El sábado 15 de septiembre invitaron a los periodistas Ángela Espinoza, Óscar Soto y Alfonso Rivadeneyra (o sea quien escribe) a participar en un conversatorio por el Día de la Historieta Peruana en el Centro Cultural de la Pontificia Universidad Católica del Perú (CCPUCP), con el título de Cómics, Política y Sociedad.
Ángela habló sobre algunos mangas -historietas japonesas- con contenido político y social. De lo que mencionó, me pareció muy interesante la mención de Sazae San, historia de la que no conocía nada salvo el nombre. Sazae es un manga nacido en los años 40 sobre una mujer empoderada, luego feminista, que se publicó como tira cómica de diario. Se emite una serie de animación basada en la misma desde hace más de 40 años y, junto al manga, muestra cómo el pueblo japones va cambiando.
Me encargué de comentar aspectos políticos que podemos encontrar en mangas shonen, orientados a adolescentes, en especial los de lucha, donde un lector ocasional no esperaría encontrar contenido político pero sí muchos golpes y sangre en cantidades industriales. Cité tres ejemplos: Naruto, cuyo mundo ninja tiene doble moral; Bleach, por mostrar una diferencia social tremenda en el mundo de los muertos (que a mi parecer fue desaprovechada por el autor); y Fullmetal Alchemist, que nos muestra también doble moral (mencioné esta escena en particular).
Oscar se enfocó en la historieta peruana y su contenido político, como lo sucedido con Monos y Monadas (en sus dos etapas), las creaciones de Hernán Bartra y Rubén Osorio, del estudio Osito Monky (cuya etapa final era pro ambientalista al punto de que -dijo Soto- hoy en día los personajes Coco, Vicuñín y Tacachito serían considerados como opositores al proyecto minero Conga); entre otras cosas.
Ya para terminar, los dejo con la pregunta -trataré de precisarla lo más que pueda -que Oscar hizo a los asistentes para empezar la conversación: ¿Por qué el cómic peruano destacan más los autores de tendencia ideológica de izquierda que de derecha?
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Saludos
